DECIMO QUINTA JORNADA

RAKISS 4 (Rudy 2 -1p-, Jachu y Litri) - NAVAMORCUENDE 3

LA CRONICA

Si es remontando, mejor.

Hay cosas que por mucho que pasen los años no cambiarán nunca. Ya puede haber nuevos equipos dispuestos a ganar la Liga, equipos que desaparecen, gente que se retira, otros que debutan, árbitros que cambian de chaqueta, equipaciones de colores nunca vistos, etc, etc, etc, pero lo que está claro es que en La Elipa si hay un duelo que levanta pasiones es un Rakiss – Navamorcuende. No importa en que estado se hallen los dos equipos, si jugándose la Liga o inmersos en el olvido de mitad de la tabla, el hecho es que su rivalidad va más allá. Es cierto que futbolísticamente el partido no tuvo mucho que destacar, pero no le faltó ni una pizca de emoción.

Últimamente el Rakiss sale más temeroso de lo normal a los partidos y cede la iniciativa al rival hasta que llegan los goles en contra y hay que remontar. Agallas no ha perdido y lo demostró una vez más cuando todo parecía volverse en contra. Pero no nos engañemos, en frente, el Navamorcuende, fue una caricatura del equipo que llegó a ser. Y más aún su portero, que ha llegado a convertirse en la caricatura de la caricatura, todo un verdadero logro. El rival se limitó a guarecerse en su campo y hacerse fuerte esperando un golpe de suerte y, ante la espesura del Rakiss, logró adelantarse a la salida de un corner. Mario salvó en la línea un remate clarísimo cuando el banquillo contrario cantaba gol, todos respiramos un segundo, pero fue sólo un segundo. El balón salió despejado hasta la frontal, pero allí apareció un rival para lanzar un zambombazo que como por arte de magia pasó entre una maraña de piernas y se coló junto al palo. Parecía una burla que el remate más fácil no hubiera entrado y si lo hubiera hecho el más complicado.

El Rakiss desperezó con el gol y pasó al ataque buscando el punto débil del rival: su portero. Un par de balones colgados al área y llegó la primera cantada. El portero salió a por uvas y Rudy, el más listo de la clase, peinó el balón hacia atrás superando la salida del cancerbero por arriba. El gol hacía justicia, porque el Rakiss empezó a llegar fácilmente. Varios remates pasaron rozando el palo y parecía que la remontada no tardaría en concretarse. Pero en un mal despeje de la defensa el Navamorcuende se encontró con una falta al borde del área, que, entre la pericia del lanzador y la mala colocación de la barrera, acabó en el segundo gol de un Nava que hasta ese momento no se había acercado prácticamente al área rival. Tocaba remar y otra vez, poco a poco sonó la boga de combate, el Rakiss apretó y en una gran jugada del reaparecido Jachu, llegaba la igualada en un balón cruzado que besó la red tras tocar el palo. El Rakiss golpeaba una vez más pero no remataba la faena, no terminaba de creérselo. Para entonces Chema se había lesionado y había dejado su puesto a Pitu en el terreno de juego, la zaga se recompuso con Santi.

Llegó el descanso con empate en el marcador, pero el partido no había dado todo lo esperado. Los dos equipos parecían haber reservado fuerzas para el segundo acto. La segunda parte empezó con más de lo mismo. El Rakiss atacaba con algo más de convicción pero sin llegar a apretar el acelerador a fondo. El Nava se protegía y salía a la contra, pero apenas llegaba al área de Tote. Pero su efectividad no había bajado, porque en la única aproximación de peligro un balón centrado desde la banda encontró el remate certero de cabeza de su delantero que volvía a sorprendernos. El jarro de agua fría podía tener dos efectos, despertar a la bestia o calarla hasta los huesos.

- ¡¡Ahora es cuando empezamos a jugar nosotros!!, ¿No? - gritó Jota desde el banquillo.

Era el punto de emoción que necesitaba el encuentro, siempre en busca de la remontada, pero faltaba algo de motivación, faltaba convicción, faltaba sed de victoria, parecía que el Rakiss había olvidado que el equipo que tenía en frente era su enemigo ancestral. Quedaba media hora de juego y el Rakiss agotaba sus cambios, dando refresco en las bandas con Roberto y Alvarito (por Yoki y Mario) y en la delantera a Litri por Jachu. Y paradójicamente, el plus de tensión lo puso también el Nava. El rival se quitó la máscara y mostró su verdadera cara, parecían crecidos y comenzaron a perder tiempo.

Según pasaban los minutos, la tensión iba creciendo y el portero payaso cobraba de nuevo protagonismo una vez más. Pero el Rakiss parecía tener más fuelle y poco a poco embotelló a su rival en el área con faltas y balones colgados. Fue en un corner cuando llegó el empate, el barullo era tremendo en la portería. Litri se metió entre el portero y un central, que intentaron sacarle a golpes de la línea de gol. Pero no había tiempo, el balón llegó rápido desde la esquina. Santi apareció como un bombardero planeando en el segundo palo, remató como pudo, el balón botó antes de llegar al portero y Litri, estorbando, metió el pie y desvió el balón con el tacón, lo justo para que la pelota entrase llorando mientras al portero se le caía la gorra.

Aún quedaba tiempo y el empate no valía para nada, el fuego prendió rápido en el alma del Rakiss, azuzado por el guardameta rival que decidió seguir con sus malas costumbres tirando nuestro balón una vez más fuera del campo tras recogerlo de la red. Los ánimos se encresparon y el Rakiss tocó arrebato.

El bombardeo se intensificó y surgió la figura de un Rudy Junior que decidió llevarse el equipo a la espalda. Entró como un cuchillo en la mantequilla y estuvo a punto de marcar, en la única parada de mérito del guardamallas rival. Pero el campo parecía volcarse sobre el área del Nava y en una nueva jugada, el menor de los Rudy se jugó la cara metiendo la cabeza para marcar el gol que valía una remontada, o al menos eso creíamos hasta que sonó el silbato del árbitro. Todos lo miramos atónitos esperando lo peor. El trencilla decidió darle mayor emoción a la contienda y decretó penalty por la patada en la cara que sufrió Álvaro Rudy en el remate. Ninguno podíamos creer que se decidiera a pitar un penalty justo cuando ya habíamos marcado. Necesitábamos marcar, y allí estaba el 7 con nervios de acero para enfilar el camino de los once metros. Rudy colocó el balón, cruzó la mirada con el portero y, en un acto de brillantez, cambió el lado habitual de su lanzamiento engañando al meta rival. La mitad del equipo no miró, pero el balón entró sin sobresaltos. Era la rúbrica a una remontada más para la historia del equipo al que más grande han hecho las remontadas, el Rakiss. ¿Quién dijo que nos gustara hacerlo fácil?

LOS DETALLES

- Rudy, dos goles y toda la carne en el asador. El siete revivió sus mejores momentos con la camiseta del Rakiss y volvió a firmar dos goles ante el rival más codiciado. El primero con astucia y el segundo con inteligencia y mucha sangre fría.

- Jaime en todas partes. El lateral diestro del Rakiss está haciendo una temporada espectacular, su banda se ha convertido en un cementerio de elefantes donde los rivales van a morir sin remisión. Es una de las pruebas de que la veteranía es un grado.

- La delantera vuelve a bullir. Hacía mucho tiempo que el equipo no contaba con toda la artillería. Esta vez todos brillaron a buen nivel y fueron decisivos en los goles.

- Al final hubo bronca con el portero rival. No fue nada del otro mundo pero una vez que termina el encuentro el Rakiss no debe caer en provocaciones y menos del más tonto del barrio.

- Cagada en la colocación de la barrera en el segundo gol del rival. Una y no más, esto no nos puede pasar nunca más, sea quien sea el que forme la barrera y sea quién sea el que la coloque, siempre debe sobrar uno por el lado del poste. No puede ser que con una simple rosca por fuera nos la claven.