"DANZAD, DANZAD, MALDITOS".
Año tras año, la maldición del Rakiss se cobra su tributo en forma de bajas, justo cuando el equipo más lo necesita. Y año tras año, este equipo demuestra que no hay contratiempo que no pueda superar. La casta de este equipo hace que cualquiera de sus componentes pueda saltar al campo para darlo todo sin que se noten las ausencias. Es la fuerza del conjunto lo que nos hace mejores. Es cierto que hay partidos en los que tenemos lo justo, pero no hay que olvidar que esas horas bajas le llegan a todos los equipos tarde o temprano a lo largo de la temporada. Por eso el Rakiss siempre está arriba, aprovecha los tropiezos del resto y utiliza la fuerza de su plantilla para resistir cuando lo azotan las bajas.
Esta temporada el nivel de la Liga ha subido, pero no olvidemos que los que parecen haberse convertido en los nuevos rivales a batir, provienen en su mayoría del fútbol 7. Normalmente estos equipos sufren el cambio porque tienen recursos limitados. Es difícil formar una plantilla tan amplia de la noche a la mañana. Lo más seguro es que pronto les llegue la época de vacas flacas. Febrero es un mes muy duro para los equipos integrados por gente joven. Quizá lo superen o quizá no, pero lo que está claro es que estaremos esperando para aprovechar nuestra oportunidad. Y eso pasa por ganar todos los partidos, sobreponiéndonos a los inconvenientes.
El duelo contra el Navamorcuende era una prueba de incalculable valor. En primer lugar, llegaba el partido contra el eterno rival, siempre complicado por la motivación extra de los dos equipos. Siempre es un choque caliente, con piques y siempre son ellos los que manejan al árbitro. Pero es sin duda el encuentro que más nos gusta ganar. En segundo lugar, las bajas hacían que el choque se convirtiera en un desafío para todos. Y en tercer lugar, era la oportunidad perfecta para borrar al Nava de la lucha por la Liga (o al menos ponérselo casi imposible).
El equipo formó con Jota en la puerta; la defensa al completo, con sus mejores galas; y una delantera habitual con Jachu y Litri escalonados. Hasta ahí todo bien. Pero el centro del campo hubo que improvisarlo. Lobo y Santi formaron pareja de mediocentros, Pitu ocupó la banda derecha y Mike la izquierda. En el banquillo esperaban para dar un refresco Sam, Tote y Johnny, que haciendo gala de su casta no quería perderse el partido del año aunque su lesión aún es reciente. Pase lo que pase el Rakiss siempre tiene un equipazo.
El Rakiss entró en el partido muy concentrado, sin dejar nada a la improvisación. El equipo guardó el orden y, sabedor de que 90 minutos dan para mucho, dosificó sus fuerzas. Poco a poco surgieron los huecos en la zaga rival y las contras comenzaron a llegar. En una de ellas, Jorge metió un balón en largo a la espalda del lateral diestro del contrario, para que Jachu aprovechara el espacio con su velocidad, la zaga no tuvo tiempo de recomponerse y su envío pasado hacia el segundo palo no encontró nada en su camino. Los delanteros llegaban solos y Pitu remachó el balón a la red en su primer gol como jugador del Rakiss. Qué mejor forma de estrenarse que contra el peor de los enemigos.
El Navamorcuende acusó el golpe y el Rakiss llegó varias veces más con claridad aunque falló una y otra vez en el último pase. La oportunidad más clara la tuvo Santi que tras arrancar desde el centro del campo se plantó ante el portero pero dudó entre tirar o pasar y al final el balón salió demasiado cruzado.
El contrario lo intentó desde media distancia pero se encontró con el palo hasta en dos ocasiones. Parecía que la portería del Rakiss estaba cerrada a cal y canto, hasta que llegó el penalty ‘made in Chema’. El central se llevó por delante a un rival como si fuera una locomotora y el árbitro decretó la pena máxima. Jota llegó a tocar el balón pero no pudo parar el lanzamiento desde los once metros. Llegaba el empate y la segunda parte prometía ser de verdadero infarto.
Pero el Rakiss estaba tranquilo, sabía que había guardado fuerzas para el asalto definitivo y no estaba pasando más apuros de los necesarios, necesitaba más tranquilidad en los metros finales y el gol llegaría. Johnny sustituyó a Lobo en el centro del campo y salió con una vitalidad encomiable. El Rakiss mejoró en su juego fundamentado en una defensa perfecta que no daba concesiones. Jota tuvo que salir en un par de ocasiones a balones en largo pero el Nava no conseguía llegar al área con peligro de gol.
Era el momento perfecto para que entrara en acción el portero payaso. En uno de los incontables cambios de balón que hubo en el partido, el referido fantoche gritó desde su portería: ¡¡Ese balón es una puta mierda!! - justo en el momento que Jachu lanzaba un balón largo hacia la portería. La bola no parecía un tiro, pero tampoco un pase. El portero hizo la estatua confiando en que el balón iba demasiado cruzado, pero la pelota, herida en su orgullo, decidió colarse por el palo largo ante la estupefacción general. Impotente el portero rival, como de costumbre, la pagó con el contrario. Lanzó el balón, uno de los nuestros, por encima de la valla, nos hizo los cuernos y comenzó a insultar a los delanteros. Entre otras lindezas al Litri le llamó hijo de las cuatro letras, o maricón, insultos y gestos que el árbitro decidió pasar por alto. Jachu también tuvo su ración.
La mala noticia del partido fue la lesión de Johnny que volvió a ponernos los pelos de punta cuando se llevó la mano a la rodilla con un gesto de dolor preocupante. Habrá que ver la evolución, pero el menor de los Campos demostró su casta saltando al terreno de juego cuando su equipo más lo necesitaba. Es un honor compartir la camiseta con jugadores como Johnny, que sienten el Rakiss como su segunda piel. Por eso nos duele tanto que no pueda disfrutar jugando. Esperemos que vuelva pronto.
Sam tomó el relevo de su hermano y Tote relevó al Litri a unos 20 para el final. El Rakiss se sentía cómodo aunque la tensión era máxima. Sobre todo para una defensa que no quería cometer ni un solo fallo. La única concesión fue un tiro lejano, que estuvo a punto de sorprender a Jota, y que acabó pegando en el palo. Antes el tetracampeón había tenido sus ocasiones, Mike se topó con la madera en un centro chut desde la línea de fondo; Litri disparó sin angulo tras un rechace del portero; y Mario cruzó demasiado en un dos contra uno ante la meta rival.
El gol tenía que llegar. Finalmente, en un uno contra uno, Jachu dribló al portero que no pudo más que pararle en falta. La jugada siguió y Santi envió el balón a gol pero el árbitro había señalado penalty. El crack no perdonó y anotó el segundo en su cuenta particular. Era el gol de la tranquilidad. De ahí al final un par de ocasiones más, con un tiró de Jachu que salvó el portero con ayuda del larguero. El pitido del árbitro cayó como una losa sobre el eterno enemigo, sepultado en mitad de la tabla y herido en su orgullo. Pero, además, la victoria traía un premio inesperado, según los rumores el líder también había pinchado. ¿El líder? Pero qué digo, el líder somos nosotros
LOS DETALLES- El goleador. Jachu, le tiene tomada la medida al Navamorcuende. Dos goles y una asistencia. Es un crack y lo demuestra en todos los partidos, sea quien sea el rival.
- Solidez defensiva. La línea defensiva del Rakiss está demostrando que es la mejor del equipo. Su nivel está en sus cotas más altas, tanto es así que sus componentes han empezado a apoyar a otras líneas más faltas de efectivos. Lobo y Santi, tuvieron que sostener el centro del campo y cumplieron a la perfección. Por detrás, Jorge hizo uno de sus mejores partidos desde que está en el Rakiss. Está rápido en el cruce, concentrado y siempre colocado.
- Laterales. Caso aparte es Jaime, uno de los jugadores más polivalentes del equipo que se ha consolidado en los últimos años como uno de los mejores laterales que hemos tenido. Ha cambiado su labor en el campo sin rechistar, de meter goles y jugar como extremo, a bregar como un legionario más. Ya son varios los partidos en los que salva goles cantados con un cruce ‘in extremis’. Por su parte, Mario nos dejó un partido de entrega máxima, no sólo saca balones con su poderío aéreo, también cierra la banda en velocidad y dobla en ataque a Mike. Estuvo a pleno rendimiento hasta el minuto 90.
- El penalty de Chema, fue el único error de la zaga en todo el partido. El central completó un partidazo digno de la mejor defensa de la Liga. Ha crecido como un titán en los balones aéreos y vuelve a estar rápido, tanto que a veces no le da tiempo a frenar y arrasa con lo que tiene delante. Es lo que se llama ‘penalty made in Chema’.
- El estreno. Pitu hizo su primer gol con la camiseta del Rakiss. Él es el ejemplo perfecto de lo que se espera de un fichaje: ilusión y compromiso (no se ha perdido ni un partido); entrega y solidaridad (da igual donde le pongas); y por último calidad. Ojalá que marque muchos goles más.
- La mala noticia. La lesión de Johnny es un nuevo varapalo para el equipo, él dice que se retira del fútbol pero yo aún no quiero hacerle caso. Estoy convencido que, si no desespera y no se precipita, podría volver a jugar. Es uno de los jugadores más queridos que ha pasado por el Rakiss y si definitivamente se retira, el fútbol no lo quiera, tendrá el homenaje que se merece, desde este blog y por supuesto desde el campo.