SEPTIMA JORNADA 2010-2011

RAKISS 4 - SWOLIMS 1

EL DEDO INFECTADO

Aunque sea a una escala menor, el enfrentamiento entre Rakiss y Swolims se está convirtiendo en un clásico de La Elipa. Clásico porque ya son unos cuantos años jugando en la misma liga y clásico porque el guión del partido siempre suele ser el mismo. El rival es un equipo que suele estar en los últimos puestos de la tabla pero que siempre lo pone difícil, al menos al Rakiss, y que mientras la ventaja en el marcador no sea clara no deja de correr.

El sábado fue exactamente eso lo que pasó, el partido estuvo igualado hasta el último cuarto de hora en el que el resultado se decantó para el Rakiss, gracias en parte al juego a balón parado y a la fuerza de su banquillo. Esas son dos armas que hay que mantener porque son seña de identidad del Rakiss desde tiempos inmemoriales.

LA RESEÑA

El partido presentaba algunas peculiaridades sobre todo desde la parcela técnica. Ni el mister Mario, ni el director deportivo Johnny estaban presentes para realizar los cambios, así que Litri tuvo que encargarse como en los viejos tiempos. En cuanto a los jugadores disponibles, muchas bajas, con las de última hora Sam y Nacho que se cayeron el mismo día del partido.

Además, Álvaro llegó con un dedo infectado en su pie derecho lo que le impedía estar al cien por cien. No obstante, el menor de los Rueda tenía tantas ganas de jugar que a pesar de las molestias decidió jugar con el riesgo que suponía sufrir un pisotón o un golpe en el transcurso del partido. Y su participación, que finalmente sería de 90 minutos, fue decisiva en el encuentro.

Con todas las bajas, el once fue un equipo inédito esta temporada. Tote ocupó la portería, Lobo y Alberto S. formaron como centrales, Chema en el lateral izquierdo y Wallace en la derecha. En el centro del campo decidimos jugar con tres mediocentros debido a las molestias de Álvaro, por lo que junto a él se situaron Pitu y Litri. En el lado derecho Sirvi jugó esta vez como extremo y Yoki hizo lo propio en la izquierda. Arriba Rudy como único delantero. Sirvi agradeció la nueva posición y prometió un gol al jugar tan adelantado.

El partido comenzó de forma un tanto anodina y los dos equipos se dedicaron a buscar balones arriba a la espalda de la defensa. Pero la humedad del terreno de juego no permitía pases muy precisos y las jugadas tardaron en aparecer. Tras unos minutos de tanteo el Rakiss consiguió sacar partido de uno de sus ataques.


Un balón al área grande fue controlado por Rudy ante un defensor. El central apuró tanto la frenada que acabó impactando contra el 7 del Rakiss y barriendo sus pies por detrás. Penalty claro que se encargó de transformar Álvaro.

El juego se ralentizó mucho y el equipo se dedicó a contemporizar. Los pases no salían y a parte de las jugadas a balón parado, se creaban muy pocas ocasiones de gol. Tres saques de esquina seguidos estuvieron a punto de terminar en gol, gracias a los envíos cerrados de Álvaro y Rudy, pero las jugadas no llegaban.

La defensa por su parte cumplía la perfección hasta que en el último minuto de la primera mitad un balón suelto acabó en los pies de un delantero rival que en el uno contra uno batió a Tote que desesperado tocó el balón con los dedos pero no pudo desviarlo. Un duro mazazo para el Rakiss que parecía estar algo desconectado. Las bandas muy separadas del centro campo y la delantera desasistida. Algo no funcionaba.

En el descanso el Rakiss se reestructuró, Pitu dejó su puesto a Abraham y pasamos a formar en un 4-4-2. La defensa permaneció intacta, Rudy se retrasó a banda izquierda, Sirvi siguió en la derecha con Litri y Abraham en el centro y arriba Yoki y Álvaro formaron dupla ofensiva. El equipo comenzó a entrar más en juego con Rudy por el ala zurda apoyando mucho a la creación y Yoki mucho más activo arriba que en la banda. Pero las ocasiones tardaron en llegar y mucho.


El Rakiss agotó sus cambios metiendo más gasolina. Magia entró en su posición favorita, sustituyendo a Litri, y Alberto D. entró por Alberto S., la zaga se recompuso con Chema como central y Sirvi en el lateral izquierdo. Parecía que había perdido su oportunidad para marcar, pero justo unos minutos después la ocasión se presentó.

Una falta en banda izquierda del ataque del Rakiss fue botada por Álvaro de forma magistral al centro del área. Sabedor de su potencial a balón parado, el Rakiss en bloque olió la sangre. Todos sus jugadores entraron como una manada de lobos invernales en busca de la única presa viva de la estepa. Sirvi llegó el primero y remató con precisión el pase de Rudy Jr. era el gol que decantaba el partido y el rival bajó los brazos tras el zarpazo.

En la jugada posterior un balón cruzado desde la izquierda lo remató Rudy de cabeza hacia las mallas, pero el portero sacó una mano salvadora que evitó el tanto, el balón le cayó a Yoki en el segundo palo, no se lo pensó y disparó ante el barullo formado bajo palos, la bola rebotó en Abraham y el segundo rechace lo volvió a rematar Yoki, todos cantábamos gol pero milagrosamente entre el portero y la defensa sacaron el balón. La sentencia estaba al caer.

Minutos después Álvaro siguió sentando cátedra. Si no hubiéramos visto como tenía el dedo infectado antes del partido, quizá ni nos lo hubiéramos creído. Su partido con el balón fue excepcional. En esta ocasión su pase a la espalda de la defensa lo controló Abraham que entró como un cohete por el centro y batió al portero transformando su primer gol como jugador del Rakiss.

Faltaba la guinda y la puso Álvaro tras recibir en la frontal del área, alzó la cabeza, miró al portero y con toda la tranquilidad del mundo envió un disparo colocado a la cepa del palo ante el que nada pudo hacer el portero. Al final 4-1, pero con más suspense del que habíamos planeado.

LAS CLAVES
Álvaro y el dedo infectado: Llegó al partido cojeando y con una tirita aparatosa que le envolvía dos dedos. Una uña rebelde le había hecho una herida en un dedo que presentaba un aspecto deplorable. No obstante, él quería jugar. Y vaya si jugó, tras probar en el calentamiento comprobamos que podía golpear a la pelota sin problemas, pero no debía ir al choque para que la cosa no fuera a más. Mereció la pena. Dos goles y dos asistencias, una auténtica lección.


El estreno de Abraham: Entró en la segunda parte y fue un refresco de calidad para nuestro centro del campo. Peleó, tocó y llegó al área contraria hasta que encontró su premio tras un desmarque a la espalda de la defensa que supo resolver ante el portero con un disparo a bocajarro. El primer gol con nuestra camiseta pero seguramente sólo el principio de una larga lista.


El premio a la polivalencia: Sirvi demostró que es un jugador de equipo. Empezó en el lado derecho del ataque y terminó de lateral izquierdo y fue justo cuando retrasó su posición cuando marcó. A veces estar más arriba no asegura tener más oportunidades.