CUARTA JORNADA

RAKISS 1 (Rudy) - Rápido de Bouzas 0

CRONICA

Un trabajito a la italiana.

El partido del pasado domingo puede catalogarse como el primer examen complicado del año para nuestro equipo. El Rápido de Bouzas es, sin ningún género de dudas, uno de los rivales más complicados de nuestra liga. Un equipo peligroso, con juventud, mucha velocidad y buen trato de balón. Además, gracias a los enfrentamientos anteriores su nivel de motivación frente a nosotros va subiendo, y no me extrañaría que nos convirtiéramos, para ellos, en uno de sus más enconados enemigos. Nada que tenga que preocuparnos, porque precisamente esos, son los partidos que más le gusta jugar al Rakiss: contra sus archienemigos.

Sigo pensando que el fútbol es 20 por ciento de técnica y 80 por ciento de psicología, un fenómeno que en pocos deportes se produce y que provoca que en muchas ocasiones un equipo, a priori inferior en cuanto a juego, acabe ganando al claro favorito para una contienda. En nuestro caso, no somos ni mucho menos un equipo inferior al Rápido, a pesar de que ellos parezcan correr más y mover mejor el balón, y nuestra motivación es máxima. Son tres las ocasiones en las que nos hemos cruzado con ellos y sólo hemos cedido un empate, que en parte fue debido al desconocimiento del rival. Somos mejores y esta clase de partidos nos enchufan desde el pitido inicial.

El claro ejemplo de ello, fueron los primeros 45 minutos de este partido. El Rakiss salió al campo concentrado al máximo y decidido a no cometer ni un sólo error. Todos sabíamos que iba a ser un choque de poder a poder y que lo más importante era mantener el control del partido adelantándonos en el marcador. La base descansaba sobre una sólida defensa en la que todos brillaron. Empezaron bien y terminaron mejor. El centro del campo apuntaló las posibles fugas de nuestro muro infranqueable y, por si eso no bastara, Tote recuperó su mejor versión bajo los palos.

Las únicas balas perdidas en el campo de batalla eran Jachu, Álvaro y Litri, que tuvieron que enfrentarse con una defensa rápida y solvente, que no les dejó mucho donde hincar el diente. Ellos representaban las escasas licencias ofensivas que se tomó el Rakiss. Pero poco a poco las ocasiones fueron llegando. Álvaro entró como un cuchillo en varias ocasiones por la banda derecha. En uno de sus pases de la muerte, Litri estrelló el cuero contra un defensa. No era suficiente. Poco después un balón peinado por el ocho era aprovechado por Jachu que tras encarar al portero disparó por encima del larguero. Estaba cerca, pero el gol no llegaba.

Tampoco en el área contraria, donde Tote tuvo que emplearse a fondo ante una doble ocasión que acabó repeliendo con el pie derecho contra el poste. Ese fue el mayor susto. Aunque también el Lobo sacó un balón dividido bajo palos que parecía gol. El intercambio de golpes proseguía, pero no sólo en forma de ocasiones, ya que también las faltas se multiplicaban y era difícil terminar jugadas con peligro.

Otra internada de Álvaro culminó con un balón en los pies de Litri, que buscó entre líneas a Jachu en un gran desmarque del crack dentro del área, era el uno contra uno que estábamos esperando, la ocasión perfecta... pero una vez más el gol se resistía a entrar y la mano del portero rival impedía, en el último instante, que la jugada acabara con el balón en el fondo de la red.

Al Rakiss se le agotaban las pilas minuto a minuto, necesitaba marcar y, una vez más, la luz la puso la estrategia. Una internada de Litri por la derecha provocó una dura entrada del lateral izquierdo del Rápido. Una falta perfecta al borde del área. Rudy colocó el balón, calculó la distancia, y contuvo la respiración como un francotirador. Su disparo fue directo a la escuadra de la portería, imparable para el portero. Un auténtico golazo.. Una vez más el Rakiss marcaba a balón parado, y no hay mejor forma de desnivelar un partido tan ajustado.

Lo difícil ya estaba hecho. Era el momento de sacar el flamante autobús del Rakiss. El Rápido se volcó durante la segunda parte. Tomó carrerilla e intentó trepar el muro una y mil veces, pero una y mil veces se estampó contra él. Sólo forzamos una ocasión que pudo ser gol. Una llegada de Rudy desde atrás que sorprendió a la defensa y se plantó ante el portero, que una vez más sacó la manopla abajo impidiendo el segundo tanto.

Mientras, Santi se multiplicó ayudando en el centro y en la defensa; Lobo creció por encima de todos y culminó un partido perfecto junto a Chema, Jorge y Mario; y Jaime hizo desaparecer al peligrosísimo extremo diestro del rival, más si cabe cuando recibió la inestimable ayuda de Sam. Todos se pusieron el mono de trabajo y sólo Roberto, Enrique y Pitu intentaban salir de la cueva para dar oxígeno a un equipo, que parecía haber cambiado su camiseta roja por la zamarra azzurra de la selección italiana. Aún así, Tote tuvo que aparecer nuevamente en una estirada con la mano izquierda para la foto y Jaime se cruzó en el último momento, a lo Iván Helguera, para impedir el gol del empate.

El Rakiss sufrió, apretó los dientes y tragó saliva en varios balones cruzados que pasaron rozando los palos. Tiró de pícaro y fue ganando segundos al reloj con faltas, parones de juego y mil y una discusión, y una vez más interpretó el papel más propicio para el guión fijado. Un trabajito a la italiana, sin dejar huellas, de un sólo disparo entre ceja y ceja. La próxima vez quizá parezca un accidente.

LOS DETALLES

- Partidazo inconmensurable de toda la defensa. Lobo rejuvenecido; Jorge en su mejor nivel; Chema enchufadísimo; Jaime en uno de sus mejores partidos de lateral, dueño y señor de la banda; Mario infranqueable y concentradísimo; Sam a pleno pulmón, salió para ser la última pieza de la muralla. Inmejorable el partido que se marcaron todos.

- Tote, la polémica le ha hecho crecerse. Se marcó un partidazo con paradas espectaculares. Una con el pie que acabó en el palo y otra estirándose a un tiro desde la frontal. "No veía nada cuando ha disparado", decía al final del partido, eso son reflejos.


- Rudy, el verdugo del Rápido. Tres goles de falta les ha metido ya en tres partidos que hemos jugado contra ellos. Es su bestia negra y algún día le va a hacer vudú. El caso es que parece que les gusta, porque no se cortan dando patadas. No aprenden. 'Peazo' de gol por toda la escuadra salvando la barrera.

- La estrategia manda. No hay nada como decirlo para que pase. Nueve goles a balón parado en cuatro partidos.

- Partido de sudar la camiseta. Hasta Dani llevaba la marca de Camacho en las axilas y eso que hacía frío. El equipo se dejó la piel y el pellejo en cada línea. Los centrocampistas sacrificaron su versión más ofensiva y los delanteros bregaron como nunca. Sobre todo la tanqueta humana. Que importante ser 16 cuando no te va a quedar aire en los pulmones.