LA METAFORA PERFECTA
El colofón a la temporada se transformó en una metáfora perfecta de lo que ha sido la temporada del Rakiss. Una primera parte magnífica y esperanzadora con oportunidades y goles y una segunda parte en la que la tormenta puso difícil las cosas. Igual que los problemas que tuvo el equipo con las ausencias y las tardes aciagas de la segunda vuelta.
Sin embargo, la temporada ha sido más un renacer que cualquier otra cosa. Tiempo habrá para análisis cuando termine el Marca, pero gracias al trabajo de Mario, a la ilusión de todos y a los nuevos fichajes, el Rakiss está tan vivo como siempre quiso estar. Una pena que no nos acompañara la suerte.
LA RESEÑA
El Rakiss salió después de mucho tiempo con dos delanteros en punta con la recuperación de Rudy que acompañó a Litri en el ataque. El once lo completaban Tote en portería, con Mario y Alberto S. como centrales, Sirvi en la izquierda y Jorge en la derecha. Como mediocentros Pitu y Lobo con Alberto L. y Rober como extremos.
Los primeros acercamientos fueron para el Rakiss que comenzó con un juego directo buscando los desmarques una y otra vez de la gente de arriba. Un par de internadas por los lados estuvieron a punto de terminar en gol, pero fallaba el último pase.
Pero el primer gol no tardó demasiado en llegar. Después de un despeje de la defensa que cortó uno de los numerosos ataques del Rakiss, Jorge se dispuso a sacar de banda en la parte derecha del ataque. Litri se acercó a la banda para recibir el saque y devolver al lateral que sin pensárselo dos veces colgó el balón al área.
La bola subió como un misil antiaéreo y cayó a plomo sobre el área pequeña del rival. El portero dudó y Rudy que esperaba en el punto exacto que señalaba la diana del bombardeo saltó mucho más que el central que intentaba adelantársele y con un remate de cabeza certero introdujo el balón en la red. La cosa pintaba bien. Si dejas que Rudy remate sin ponerle a dos o tres tíos encima estás acabado.
Al Rakiss le sentó bien el gol y continuó atacando. Hasta que encontró nuevamente su premio. Otro balón aéreo que se le atragantó a la defensa rival y en especial al portero. Esta vez fue en un corner sacado por Alberto L. que el portero no supo coger y Sirvi, en estado de gracia, en este final de Liga sólo tuvo que empujar con la caña preparada. Los dos goleadores se quedaron con ganas de más.
El rival intentó apretar un poco el acelerador y entre su afán por recortar el marcador y algunos fallos defensivos causó problemas y se vino arriba. Pero el Rakiss supo frenar las acometidas y aprovechó las contras.
En un balón peleado en medio campo por Alberto L. y Litri, el ocho del Rakiss encontró un balón suelto para lanzar un contragolpe letal, desde el suelo lanzó un balón raso hacia la carrera de Rudy que se quedó sólo ante el portero e hizo lo que mejor sabe hacer, miró cara a cara al cancerbero y le cruzó el balón en el último metro para marcar su segundo gol. Cuanto hemos echado de menos un delantero de referencia este año.
Pero ese no fue el último zarpazo del Rakiss. Aún quedaba tiempo para una contra perfecta, una de libro. En un corner en nuestro área, la defensa apretó y ganó la pelea, el balón le cayó a Litri que despejó hacia la banda izquierda donde esperaba adelantado Rudy, el siete controló y comenzó una carrera vertiginosa hacia la portería perseguido por un rival, llegó al lateral del área y como por arte de magia vio que en el centro llegaba el séptimo de caballería.
Sirvi con una carrera más propia de Usain Bolt perseguía la contra por el centro, el balón fue en paralelo hacia la línea de gol y Sirvi lo atropelló para convertirlo en el cuarto a la par que se estrellaba contra el suelo. No le vendrían mal unos paracaídas de freno como llevan los autos locos.
La primera mitad había estado muy bien, aunque también hubo tiempo para que el Brasil A. D. inaugurara su marcador con una vaselina tras un fallo en el despeje de Pitu que uno de sus mediocampistas colocó pegada al segundo palo. La tarde estaba lista para sentencia con 4-1 pero aún quedaba la tormenta.
Y es que la segunda parte estuvo marcada por el aguacero brutal que descargó sobre La Elipa. Sirvi, Litri y Rober tuvieron la suerte de ser los cambios y dejar salir a Yoki, Nacho y Alberto D. en su lugar. Lo único que pudieron disfrutar fue de una ducha por adelantado.
En mitad de la tormenta el rival marcó su segundo gol y todos pensamos que otra vez el Rakiss iba a relajarse pero no fue así. Los cuatro de arriba empezaron a robar balones buscando un gol más. Nacho en un gran slalom tuvo su oportunidad pero el portero se encontró con un pelotazo al muñeco.
También, Alberto L. y Yoki estuvieron muy activos de cara a puerta y en varias combinaciones rozaron el gol. Pero la oportunidad más clara la tuvo Mario con un lanzamiento de falta que se estrelló brutalmente contra el palo en una parábola perfecta que mereció ser gol. Un partido que reflejó como una metáfora perfecta lo que fue nuestra temporada.
LAS CLAVES
El goleador: Rudy es sin duda nuestro buque insignia en la delantera, su olfato y su calidad en el ataque son un lujo que el Rakiss ha echado demasiado en falta esta temporada. En el último partido a pesar de llevar dos meses sin jugar lo corroboró con dos goles más.
La fuerza de la Naturaleza: Podría referirme aquí a la tormenta que sin duda marcó el desarrollo del encuentro, pero la verdad es que me refiero a Sirvi, un auténtico vendaval desatado en La Elipa. El lateral ha demostrado que es una bestia salvaje que necesita correr libre en los campos de La Elipa, dejémosle que lo haga y por supuesto que siga marcando goles.